Rancagua se desocupa¡¡¡

Hace unas semanas se llevó a cabo en Rancagua el quinto operativo de seguridad

en casas y sitios abandonados realizado por la Ilustre Municipalidad de Rancagua y la policía de investigaciones de Chile. En dicha oportunidad se llevaron detenido a un sujeto de 29 años que tenía orden de aprehensión por quebramiento de condena.

La iniciativa fue en respuesta a las constantes denuncias que efectúan los vecinos de la ciudad en el departamento de seguridad pública.

Por preocupación a estos lugares a los que llaman “Antros de la delincuencia”

El catastro que mantiene la municipalidad de casas abandonadas en Rancagua es bastante amplio. Casas emblemáticas ubicadas en pleno centro de la ciudad han sido ocupadas por personas de escasos recursos sin posibilidad de pagar un techo donde vivir, jóvenes aburridos en busca de lugares para divertirse, y alguno que otro delincuente o drogadictos en busca de refugio.

La nueva cara del centro de nuestra ciudad

Quizás sea el excesivo costo de las contribuciones lo que está haciendo que el casco histórico de nuestra ciudad comience a quedar desocupado, es extraño llegar a entender el porqué mucha gente prefiere irse, y dejar abandonadas sus casas a la suerte de cualquiera.

Ahora se están tomando algún tipo de medidas como reforzando ventanales con latones, ocultando los accesos, resguardando la seguridad con sendas cadenas y candados, rayando sus murallas con anuncios de ventas. Quizás con esto se logre mayor protección, pero ofrecen una imagen poco estética de nuestra ciudad.

Rancagua Centro tiene barrios hermosos, algunas casas presentan arquitectura dignas de destacar,

el problema es que no se potencian, no existen políticas, ni acciones ciudadanas que inviten a revivir esa grata y apacible, cultura de barrio.

Así tenemos sectores poco iluminados, veredas poco transitables por su mal estado, casas vacías y ocultas. Lugares que pierden todo su encanto, por que se encuentran cerrados, clausurados, desocupados, vacíos, muertos…

¿No hay ninguna ordenanza municipal que ayude a potenciar la vida y el resguardo de nuestro humilde patrimonio arquitectónico local?

Lo más lógico que puede llegar a suceder con este escenario, es que la
Paz Froimovich, o cualquiera de esas constructoras que hacen de las suyas en la capital, comiencen a comprar viejas y hermosas casonas a precios de huevo, para instalar sus feas moles de cemento, irrumpiendo drásticamente nuestro paisaje local, sobre poblando sectores no aptos y acabando definitivamente con la débil imagen de ciudad histórica con la que nos damos a conocer.

Colectivo Por Rancagua EN DEsarrollo
PRENDE