CONSUMOEDUCACION
Cuando ingrese a la educación superior, por allá en el 2000 era un pendejo. Poco y na reflexionaba sobre las cosas que me sucedían. Me tomaba las cosas bien a la ligera.
En aquella época me matricule a última hora. Me acuerdo que fui a Santiago con el listado de lugares donde se daba la carrera que quería estudiar. Comencé a visitarlos una por uno, y tal como si estuviera en el pasillo de leches del supermercado, me informaba bien por cual optar.
Descremada, sin lactosa, chocolatada, semidescremada, entera, sabor a frutilla, plátano café. Marca chilena o de una trasnacional, la mas barata, ¿La de la caja azul o verde? ¿La de tapa rosca o la de la tapa plana? ¿La de la vaquita sonriente o la mas sobria en apariencia?...
Al final como un responsable consumidor elegí por precio y calidad.
De esta forma me di cuenta que en nuestro país la educación pasa a convertirse en otro producto de consumo masivo. Una gran industria, un tremendo negocio solo comparables a la de las farmacéuticas.
Lo triste de todo esto, es que nos hacen suponer que la educación superior es la única alternativa para terminar con las desigualdades en el país y para que las condiciones de las familias más humildes mejoren.
Así es, que tenemos a centenares de familias de clase media partiéndose el lomo trabajando y aceptando cualquier condición laboral, por darles a sus hijos la tan preciada educación.
Muchos jóvenes finalmente acceden a estudiar por complacer a sus familias, sin tener real vocación e interés por la carrera. Otros entran a estudiar convencidos que cambiaran sus vidas, lamentablemente nunca encuentran trabajo para su profesión. Muchos no descansan por tener que pagar la gran deuda que les ocasionó el tener acceso a estudiar, otros simplemente no pueden seguir estudiando, otros no quedaron conformes con lo que estudiaron, algunos ya titulados nunca aprendieron nada, en todo lo que duro su carrera, y los mas nunca pudieron ni asomarse a la educación superior.
En fin una diversidad increíble de casos que se repiten por montones en todo el país y que explican el por que, las altas tazas de inconformismos, frustraciones, poca vida sexual y desequilibrios mentales de nuestra población, de paso entendemos tambien el porqué del éxito de las farmacéuticas.
Desde este boom de Chile como país en desarrollo se nos ha venido vendiendo esta idea falsa, que la educación superior es la única vía para la superación de los individuos. Una especie de acesensor social que permitiría a los que acceden a estudiar lograr ser “alguien”.Un asegurador de vida para los clientes, consumidores y usuarios, de estos lugares. Por que ya no les podemos llamar estudiantes, estudiantes fueron otros, de otros tiempos, de convicciones e ideas claras, que lucharon y construyeron un Chile, que parece desvanecerse entre las sombras del mito.
El negocio parece continuar creciendo, mas universidades privadas, centro de formación e institutos profesionales, crecen día a día. Las universidades públicas son privilegio de algunos, no los mas capacitados, si no los con mayores recursos. La educación ya no es la misma, las universidades tampoco. Dejaron de tener la mística de antaño y de constituirse como verdaderos lugares de estudio, de centros de encuentro, reflexión y pensamiento. Se cambio el intelecto por el dinero, La escuela de ciudadanía, por escuela de consumo y la posibilidad colectiva de pensar un nuevo Chile, por la opción colectiva de evadirse entre modas, drogas, pantallas y luces de neon.
De muestra un botón y como evolucionan el negocio de educación para el consumo.
Cuando mi hermana el año pasado, en su primer año de universidad fue a buscar su carné de alumno de la universidad, que le permitía tener acceso a la biblioteca, se encontró con la gran sorpresa que el mismo carné, además era una tarjeta redbank, que tenia como 200 lucas de cupo disponibles para gastar.
Bienvenidos a este nuevo Chile, bienvenidos a la nueva consumoeducación¡¡¡
4 comentarios:
podriamos borrar el link del rancaguino y reemplazarlo por El Rancahuaso..........
me extraña
¡Hola, amigo Gonzalo¡
¿como estás tu?.
Hola Hector, Bienvenido al blog del colectivo.
Muchas gracias por tu bienvenida, amigo Gonzalo.
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